10 estrategias para que tus ventas sean más efectivas
Vender es uno de los puntos clave para cualquier empresa, todas requieren vender sus productos y/o servicios, incluso una persona natural constantemente está interactuando con el proceso de vender, uno se vende, en el buen sentido de la palabra, para una entrevista laboral, a sus colegas, a sus amistades y a su pareja, en conclusión, las ventas no son un tema de pocos, todos tenemos que interactuar con ellas sea laboral o personalmente.
La mayoría de las personas que se dedican a las ventas a nivel laboral son muy buenos comenzando la venta, atendiendo u ofreciendo su producto, son amables y se presentan de manera carismática, presentan un buen servicio al cliente, pero al momento de cerrar una venta, muchas veces se bloquean o simplemente no encuentran la afinidad necesaria con el comprador para inducirlo a la compra y cerrar la venta, esto es totalmente normal y día a día se puede ir perfeccionando la técnica. Es por esto que en este artículo encontraremos algunos tips o posibles estrategias para vender más y mejor.
- Escucha bien a tu cliente: Enfócate en tu cliente, escucha muy bien lo que desea y piensa dos veces lo que le vas a ofrecer, recuerda que si le ofreces justo lo que está necesitando ya tienes gran parte de la venta realizada; igualmente debes estar atento a resolver sus dudas o inquietudes y ahí es también dónde puedes aprovechar y argumentar bien tu conocimiento y cerrar la venta.
- Encuentra las preguntas puntuales para saber que requiere tu cliente: Parte del entrenamiento comercial es seleccionar algunas preguntas puntuales que siempre van a ser útiles para validar o aclarar lo que tu cliente te está diciendo, esto no solo te permitirá cerrar el negocio sino también en algunas ocasiones podrás encontrar necesidades ocultas que puedes aprovechar para futuras negociaciones.
- Enfócate en tu cliente: Al estar enfocados en escuchar y atender a tu cliente vas a poder encontrar y satisfacer realmente las necesidades que tiene o no solo lo que cree necesitar.
- Utiliza un lenguaje cercano: Uno de los errores que muchas veces cometemos es hablarle al cliente con terminología muy técnica, eso tiende a confundir más a tu cliente, debes por el contrario optar por un lado emocional o coloquial, hazle ver que por más que sea algo muy técnico, no requiere todo el conocimiento para entender su función principal.
- Cree en tu producto o servicio: Si no crees en lo que vendes, ¿Cómo lo vas a vender bien? Creyendo completamente en lo que ofreces va a ser muy natural dar a conocer sus beneficios, las diferencias con su competencia y por ende la venta se va a desarrollar de forma más sencilla.
- No entres en polémica con tu cliente: Así sepamos que el cliente no tiene la razón, siempre se la debemos adjudicar, ya que al generar una posible discusión con el cliente se cierran todas las posibilidades de una venta inmediata y posiblemente futura.
- No te rindas con tu cliente: Muchos de nuestros clientes pueden haber tomado inconsciente la decisión de la compra pero les hace falta un empujoncito para llevarla a cabo, es por esto que como vendedor no puedes desistir, debes tratar de ayudar a tu cliente a tomar la decisión sin que él se sienta abrumado u obligado.
- Siempre cumple lo que prometes: si te comprometes con algo al momento de la venta, recuerda que lo debes cumplir, ya que esto pone en tela de juicio no solo esa o próximas ventas, sino también tu imagen y la de la empresa que representas.
- Asegúrate que tu cliente tiene la forma de pagar: la mayoría de las ventas y pagos se hacen contra entrega, si es en un almacén debes pagar antes de recibir el producto, pero si estamos hablando de negociaciones, es mejor asegurar un porcentaje inicial y el resto de los pagos a medida que se va cumpliendo la contratación. Recuerda que cobrar hace parte de las ventas.
- Adquiere una variedad de clientes: no es aconsejable que un mismo cliente represente el 20% de tus ventas, ya que nuestra solvencia se vería afectada si este no nos comprara más, por esto se recomienda hacer negociaciones con diferentes clientes y vender diferentes productos o servicios, y también en lo posible no tener acuerdos de exclusividad con un solo cliente a menos que sea estrictamente necesario.