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Diagnóstico empresarial
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La gestión financiera es quizás una de las actividades fundamentales que debe implementar una organización, independiente de su tamaño, actividad económica, o naturaleza jurídica. Los recursos económicos son finalmente los que dan vida a una empresa y permiten su supervivencia a lo largo del tiempo.
Dentro de la diversa cantidad de labores que la gestión financiera implica, la planeación financiera adquiere una alta relevancia, incluso, desde las etapas iniciales de gestación de un proyecto empresarial. Es un ejercicio que no debe ser ajeno a ningún gerente o directivo, ni mucho menos al dueño de la compañía, que es quien mayor interés tiene en gestionar su futura generación de riqueza.
Entendiendo el concepto en su forma más simpe, la planeación financiera no es más que una “hoja de ruta” que sirve de apoyo a los ejecutivos de la organización, para tener claras las metas que deben alcanzar y el camino que deben seguir para llegar a ellas. El objetivo macro está siempre relacionado con alcanzar mayores rentabilidades en el largo plazo.
En su construcción, hace evidente los requerimientos que implica el logro de los objetivos planteados, como establecimiento de metas de ventas más altas, mayor control de los costos y gastos, vinculación de nuevo personal, adquisición de nuevos equipos; y esto a su vez permite identificar las capacidades de la empresa de sortear dichos requerimientos de forma autosuficiente o a través de nuevas fuentes de financiación.
Según Joaquín Moreno, “La planeación financiera es una técnica que reúne un conjunto de métodos, instrumentos y objetivos con el fin de establecer en una empresa pronósticos y metas económicas y financieras por alcanzar, tomando en cuenta los medios que se tienen y los que se requieren para lograrlo”(Tomado de: Planeación Financiera. Joaquín Moreno Fernández.)
Una planeación financiera coherente y bien estructurada debe incluir todos los proyectos e inversiones que la empresa ejecutará en el horizonte de tiempo deseado. Una vez desarrollada, a través de actividades de revisión y control, los resultados de la organización son medidos en comparación con dicha planeación, permitiendo así la realización de ajustes que se acoplen al desempeño. Así, los ejecutivos logran tener una herramienta eficaz de soporte que apoya la toma de decisiones preventivas y correctivas con base en la retroalimentación al desempeño.
El principal beneficio de implementar esta práctica al interior de la organización, es la “visibilidad” que otorga a la gerencia, al permitir implementar una estrategia financiera que abarca las decisiones tanto de inversión, como de financiación, teniendo en cuenta que los resultados de la misma, en términos de generación de riqueza para sus accionistas, son producto de dichas decisiones.
Por otra parte, se considera como ventaja adicional el hecho que la planeación permite el planteamiento de diferentes escenarios de comportamiento de la empresa, teniendo en cuenta el impacto que puedan tener sobre ella variables tanto internas como externas. Así, incluir en el “mapa” desviaciones a los resultados, permite establecer acciones de forma anticipada que ayuden a la empresa a adaptarse a los cambios que pueda enfrentar en el entorno empresarial.
La planeación financiera, como se mencionó anteriormente, puede variar tanto en función del horizonte de tiempo proyectado, como del nivel de detalle de la información que en ella se plasme.
De acuerdo con Arturo Morales Castro y José Antonio Morales Castro, en su publicación Planeación Financiera, “Existen planes financieros de: largo plazo (financiamiento e inversión), los de corto plazo que por lo común se conocen como planes de flujo de efectivo (o tesorería) y los de emergencia.”
El plan financiero de largo plazo no es más que un conjunto coherente de cálculos y pronósticos relacionadas con los usos y las fuentes de recursos de largo plazo que tendrá la empresa para alcanzar las metas propuestas. En otras palabras, un pronóstico de sus inversiones futuras, y la forma como financiará las mismas. En esta planeación se habla de periodos proyectados entre 3 y 10 años según el tipo de compañía. El objetivo de estos cálculos es planear la obtención de dichos recursos (financiación), de forma que los planes de crecimiento de la empresa no se entorpezcan.
La planeación de corto plazo tiene en cuenta periodos de proyección de máximo un año; y puede llegar a ser tan exacta como se requiera, incluso una planeación semanal o diaria. La pretensión de esta planeación es asegurar la entrada de fondos suficientes y en el momento debido, para que la compañía pueda atender sus obligaciones de pago. La base fundamental de esta planeación se deriva de las fechas de vencimiento de los cobros de cartera y de los pagos a proveedores y colaboradores. A su vez, esta información se relaciona de forma directa con el presupuesto de ingresos y egresos de corto plazo. “A partir de los compromisos diarios de pago y de ingresos, se deduce el estado financiero diario, y con él se prevén los ingresos y gastos futuros con sus vencimientos correspondientes, y se determina la obtención de los faltantes e inversión de los excedentes.” (Tomado de: Planeación Financiera. Arturo Morales Castro, José Antonio Morales Castro.)
Cómo su nombre lo indica, se construye para hacer frente a potenciales situaciones adversas que representen una emergencia para la compañía, con el fin de poder responder a ellas y a los apuros financieros que derivan de una forma adecuada.
La planeación financiera es un procedimiento de tres grandes fases a través de las cuales se decide qué acciones tomar en el futuro para lograr los objetivos alcanzados: planear lo que se quiere hacer, ejecutar lo planeado, verificar la eficiencia de lo que se hizo. El ejercicio debe ser tan flexible que permita ser examinado y modificado tantas veces como sea necesario y para que sea completo debe iniciar con el plan de largo plazo, que debe hacer eco al plan estratégico de la compañía, de forma que guíen la posterior formulación de los planes de corto plazo.
En detalle, el proceso de planeación se puede detallar según los pasos que se relacionan a continuación:
Se puede concluir entonces, que la planeación financiera es una actividad de gestión que se convierte en una herramienta necesaria para cualquier empresario y directivo financiero. Su implementación debe ser un proceso que igualmente se adecúe a la realidad financiera de la empresa, y que se ajusta y se construye cada vez de una forma más sofisticada, en la medida en que la compañía crece y logra sus objetivos.
Escrito por: Clara Lucía Zapata Cuartas. Analista de Inversiones. Capitalia Colombia S.A.S.