¿Por qué algunos empresarios no realizan Planeación Estratégica?
Algunas empresas realizan ejercicios deficientes o incompletos de Planeación Estratégica debido a múltiples obstáculos a los que se enfrentan en el día a día empresarial o por la asimilación de paradigmas y esquemas de pensamiento inadecuados. En otros casos, las organizaciones no realizan ningún esfuerzo por ejecutarla. Aquí resaltaremos algunos de los motivos por los cuales algunos empresarios no realizan Planeación Estratégica.
1. Estructuras de recompensas inadecuadas:
Cuando una empresa alcanza el éxito, con frecuencia se olvida de recompensar a sus empleados. Cuando fracasa, la empresa los castiga. En situaciones como esta, los trabajadores optan por la inactividad. Con este se arriesgan a incurrir en el fracaso y, en consecuencia, a obtener un castigo.
2. Manejo del día a día:
Un líder puede estar tan envuelto en el día a día de la empresa que no tiene tiempo para planear.
3. Tiempo:
En algunas empresas, ven la planeación como pérdida de tiempo porque no desarrolla ningún producto o servicio para la venta. El tiempo utilizado en la planeación se debe considerar una inversión.
4. Costos:
En algunas empresas se oponen, por motivos culturales, a gastar recursos.
5. Pereza:
Las personas no desean realizar el esfuerzo necesario para realizar un plan.
6. Contentos con el resultado:
En particular, si una empresa tiene buenos resultados, los líderes podrían pensar que no existe la necesidad de planear porque las cosas funcionan bien. Sin embargo, el éxito de hoy no garantiza el éxito de mañana.
7. Temor al fracaso:
Al no llevar a cabo ninguna acción, existe poco riego de fracasar a menos que un problema sea apremiante. Siempre que se intente hacer algo que valga la pena existe el riego de fracasar.
8. Confianza excesiva:
En la medida en que los individuos adquieren experiencia, confían menos en la planeación formal. Sin embargo, esto no resulta conveniente puesto que la confianza excesiva puede conducir a la desaparición de la empresa debido a la generación de zonas de confort.
9. Experiencia previa desafortunada:
Las personas podrían haber tenido una experiencia previa desafortunada con algún ejercicio de Planeación Estratégica. Por ejemplo, planes prolongados, exagerados, poco prácticos o inflexibles. La planeación, como cualquier otra cosa, puede llevarse a cabo de manera incorrecta.
10. Interés en sí mismo:
Cuando alguien ha logrado cierta posición privilegiada o tiene una autoestima muy alta por la consecución un sistema eficaz en el pasado, a menudo ve un nuevo plan como una amenaza.
11. Temor a lo desconocido:
Los implicados en la Planeación Estratégica podrían sentirse inseguros de su capacidad para desarrollar otras habilidades, de su aptitud con los nuevos sistemas o de su habilidad para desempeñar distintos roles.
12. Diferencia de opinión:
Las personas podrían creer con sinceridad que el plan es incorrecto, considerar la nueva situación desde un punto de vista diferente o tener aspiraciones personales o comunes que no coinciden con lo que el plan proyecta. Dependiendo de su rol, cada persona puede tener una percepción distinta de un mismo plan.
13. Intereses personales:
Pueden existir intereses en los encargados, por lo cual no conviene desarrollar una Planeación Estratégica.
14. Incertidumbre por los potenciales hallazgos:
Puede existir una sensación de miedo a los hallazgos que, en determinado momento, se puede ver reflejado en el proceso de estructuración y ejecución del Plan Estratégico.
15. Sospecha:
Los empleados no confían en la gerencia y la gerencia no confía en los empleados.
Errores más comunes en la Planeación Estratégica.
La Planeación Estratégica es un proceso sistemático que lleva a una empresa a un territorio de cambio. No ofrece una prescripción establecida que garantice el éxito, sino que lleva a la organización a través de un viaje y ofrece un marco para abordar preguntas, resolver problemas y gestionar el riesgo. A continuación, se presentan algunos errores que se deben evitar en la Planeación Estratégica:
- Usar la Planeación Estratégica para obtener el control sobre las decisiones y los recursos.
- Llevar la Planeación Estratégica solo para conseguir certificaciones, acreditación o acceder a conformidades en el marco regulatorio.
- Moverse apresuradamente del establecimiento de la misión a la formulación de las estrategias.
- No comunicar las acciones emprendidas a los empleados y no contar con su participación.
- Permitir que los gerentes de alto nivel tomen muchas decisiones intuitivas que entren en conflicto con el plan formal.
- Que los gerentes de alto nivel no apoyen ni se comprometen de forma activa en el proceso de Planeación Estratégica.
- No usar herramienta para medir la gestión en las diferentes áreas.
- Delegar la Planeación Estratégica a un “planificador” en vez de involucrar a todos los actores y colaboradores.
- No incluir a los empleados claves en todas las etapas de la planeación.
- No crear un ambiente previo de colaboración que provoque un clima de transformación.
- Considerar que la Planeación Estratégica es innecesaria o poco importante.
- Estar tan absortos en los problemas del momento, que la planeación estratégica llevada a cabo es insuficiente o nula.
- Ser tan estructurales en la planeación que la creatividad y flexibilidad se pierdan.
- No considerar que la Planeación Estratégica es columna vertebral de la organización.
- Percibir la Planeación Estratégica como un proceso aislado al resto de las áreas de la empresa.